¿Vivo JUZGANDO?
Contribución de Isabel Hernández Negrin de Las Palmas de Gran Canaria, España
Es posible que consideremos que juzgamos solo de vez en cuando, cuando sabemos que estamos criticando, dando una opinión o un parecer.
Veamos ahora lo que puede pasar por mi mente un día cualquiera al salir de casa.
En el espejo del ascensor veo unas manchas de dedos. Pero además pienso “que guarros son estos vecinos! Son unos desconsiderados”, o “ los limpiadores están ciegos!”.
Me cruzo con un vehículo deportivo último modelo y muy exclusivo. Pero además pienso “Deben ser ricos”, o “Para tener un coche así no debe tener nada en la cabeza”, o “Ojala fuese amigo mío, me encantan esos coches y parece gente divertida!”…
Y así siguiendo el resto del día. Hacemos un juicio a cada paso. Y qué! Pues sólo digo que ni nos damos cuenta de que lo hacemos. Y eso tiene consecuencias.
El conflicto se puede crear cuando esa ignorancia junto con nuestra habitual creencia de que tenemos razón, nos lleva a creer que nuestros juicios son, además, la realidad misma.
Esta ignorancia y esa conclusión de ver la realidad tal como la es, nos lleva a confrontar con quien no ve igual que yo, no quiere lo mismo que yo, no piensa como yo o tiene aspiraciones diferentes de las mías.
Hoy te sugiero que dediques este día entero a observar y cazar juicios. Cuando te des cuenta del juicio que has hecho, observa pero esta vez sin enjuiciar. Al principio creo que te resultará difícil, pero sigue haciéndolo y verás la diferencia.
