¿Vivir sin atenderme me lleva a RENUNCIAR a mi PAZ y a SER CONSCIENTE?
Preguntas para autobservarme y aprender de mí.
Contribución de Isabel Hernández Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, España
Solemos vivir con prisa, anhelando conseguir ciertos logros o, quizás, huyendo de algo. ¿Cómo nos sentimos cuando perseguimos algo? ¿Ansiosos, frágiles, al borde de la decepción o del entusiasmo?
Vivir así es algo parecido a viajar a gran velocidad. No tenemos tiempo de ver los detalles, de disfrutar de un paisaje, de comprender a alguien que se nos acerca. Corremos en la vaga ilusión de llegar a algún lugar prometedor. Pero en la carrera no podemos prestar atención a nada, hasta nos perdemos a nosotros mismos como daño colateral seguro. No atendernos, nos lleva a no saber qué nos sucede, por qué corremos o por qué huimos… y seguimos corriendo.
Puede que hagamos eso la vida entera. ¿Cuándo me detendré? ¿Tendré la fortuna de hacer un segundo de frenada y preguntarme: “es esto todo”?
Ese segundo puede salvarme la vida, ese momento de atención silenciosa, puede ser la semilla para plantar la paz en mí y para ser consciente de lo que hago en la vida, y por qué y para qué …
Permítete una parada y presta atención a tu vida.