¿Vivimos ATURDIDOS por el PENSAMIENTO INVOLUNTARIO?
Contribución de Isabel Hernández Negrin de Las Palmas de Gran Canaria, España
Puede que muchos de nosotros creamos que no. Sin embargo, esta maquinita que tenemos sobre los hombros, sí, esa, no para de pensar de forma automática. Sin que nadie se lo pida ella se toma muy en serio su trabajo y desde que encuentra alguna sensación de alarma empieza a buscar soluciones para bajar la tensión o la ansiedad que nos produzca el asunto. Otras veces no le hace falta que exista una preocupación y se enreda con algún recuerdo de algo que nos sucedió sea agradable o desagradable.
Tanto es así que a todos nos ha pasado estar en un autobús y pasarnos de nuestra parada por estar “pesando en las musarañas”. Estábamos divagando sin un aparente objetivo.
Esto no suele llamarnos la atención. Es lo normal. A esto solemos llamarlo pensar, aunque sea, más bien, un pensar sin intención. Este “pensar” nos sucede, no lo pensamos nosotros porque queremos. Es nuestra maquinita que cuando no tiene nada mejor que hacer, se dedica a inventarse el trabajo y no para.
Algo que acompaña a este “pensamiento-que-sucede” es que siempre va acompañado de algunas emociones o sentimientos y, como las preocupaciones suelen ocuparnos más que lo lindo que nos pasa, las emociones y sensaciones suelen ser de ansiedad, temor, urgencia por resolver cosas, etc. Seguro que usted ya lo sabe bien.
Esto resulta que nos aturde, nos atrapa la atención, nos atrapa en un estado de ánimo que puede ser perturbador e incluso poco útil si lo que urge es resolver algo. Pero nos aturde en cualquier caso.
Pues sí, todos vivimos al ritmo del pensamiento involuntario. Fíjese usted lo que le sucede mientras lee esto ¿Cuántas veces se la distraído por algún pensamiento? Recuerde bien.
Ahora le propongo que en el día de hoy atienda a ese fenómeno tan habitual y tan desapercibido, pero que tiene gran influencia en cómo nos sentimos en cada momento. No te defraudará hacerlo. Descubrirás algo y ganarás en conciencia de ti, que siempre es más saludable que perderse en divagaciones. Suerte!