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27 de noviembre Pepe Soy vida

Preguntas para autobservarme y aprender de mí.

Comentario de José Parés Pérez. Concepción, Chile

 

Vivimos tan ausentes de nosotros que se nos olvida lo fundamental de lo que somos. Al igual que la totalidad de los seres vivos que poblamos el planeta, SOMOS VIDA y nada más que eso. Somos portadores de vida para la Vida.

 

Se nos dio la vida y nuestra misión es dar la vida. Nos necesitamos todos a todos. En la vida, nadie está demás. Todos somos necesarios.

 

El sentido de nuestra existencia es la vida. Nada que pueda perjudicar a la vida nos es natural. Lo que no es pro-vida repugna a la inteligencia.

 

La vida, por su naturaleza, nos presenta momentos agradables y desagradables. No hemos terminado de aprender a vivir superando los momentos difíciles de la vida. Por el contrario, nos resistimos a tener esos momentos, buscamos por cualquier medio evitar lo inevitable, tememos  dejar la vida que se nos dio, culpamos a los demás por lo que nos sucede, etc., etc. Eso no es vida; es violencia generalmente autoimpuesta. Vivir de esa manera es anti-vida.

 

Tenemos la capacidad para aprender a vivir la vida tal cual es si nos preocupamos de ponernos atención. Disponemos de la capacidad de darnos cuenta que sufrimos en los momentos difíciles y de sobreponernos al dolor que pudiéremos estar experimentando. Hacer eso es vivir.

 

Si tienes presente que eres vida ¿qué crees que harías si experimentas dolor? ¿te ha ayudado de alguna manera el dejarte llevar por el sufrimiento llenándote de pensamientos de culpa o arrepentimiento por algo que hiciste? ¿o de queja de porqué a ti te tenía que pasar esto?

 

Nos es muy fácil salirnos de la vida si no aprendemos a aceptar las situaciones que nos proporciona la vida. Pero si te pones atención puedes darte cuenta que la no aceptación de lo que te trae la vida te significa aceptar, junto a tu malestar o dolor, las consecuencias de su resistencia a aquello. ¿Lo has experimentado y notado que además del problema que la vida te ha traído tú le estás agregando tu enojo, culpa, rechazo, desagrado, queja, etc.?

 

Si la vida te sonríe, sonríele a la vida. Los demás necesitan notar que tu eres vida. ¿Has experimentado el sentir que si vives la vida con alegría, contagias a los demás con tu alegría de la vida?

 

Ser vida implica aceptar con coherencia y sosiego lo que sea que la vida te trae.