Preguntas para autobservarme y aprender de mí.
Contribución de Isabel Hernández Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, España
Sé que a muchos les parecerá raro, pero la atención es un pilar fundamental para una vida saludable y plena.
No se trata del tipo de atención que salta de una cosa a otra, como un resorte ingobernable que va enfocando a cada cosa que sobresale de lo normal, como un sonido llamativo, un gusto horrible o extraordinario, algo muy bello o lo contrario, algo raro, etc. Este tipo de atención no requiere de mí ningún esfuerzo, pues ella se va detrás del estímulo de forma automática.
Aquí nos preguntan sobre crear la atención. Eso suena a que soy yo quien dirigirá la atención, es decir, que, aunque ella salte de aquí para allá, la redirigiré a dónde yo precise que esté. Esto es sencillo, pero requiere de nuestra responsabilidad, de nuestra intención renovada para que la atención se dirija a donde nos interesa.
Y ¿a qué nos interesa atender? A nosotros mismos. Y ¿para qué? Para saber más de nosotros y entender por qué somos como somos, para aprender a querernos y reconciliarnos con tantas cosas que solemos tener guardadas porque duelen o dolieron y que siguen pesando en nuestra vida. Atender y observar todo eso nos lleva a aprender, mejorar y cambiar.
Así que, sí, soy responsable de crear la atención que se enfoque sobre mí mismo. Nadie lo puede hacer por mí, de la misma manera que nadie puede caminar o comer o respirar por mí.
Si no lo hago yo ¿quién lo va a hacer? Si no soy yo quien abra las ventanas de mi vida para que entre luz y aire nuevo ¿quién lo va a hacer? ¿Cuándo lo voy a hacer? No te postergues, ¿eres importante para ti?