Preguntas para autobservarme y aprender de mí.
Comentario de José Parés Pérez. Concepción, Chile
No cabe duda que nadie puede aceptar mejor mi realidad que yo mismo o aconsejarme más sabiamente pues no hay nadie que me conozca mejor.
Quien nos ama nos proporciona permanentemente comprensión, seguridad, cuidado y atención. El verdadero amor y la mejor compañía para nosotros será siempre quien nos pueda proporcionar permanentemente todo aquello.
Cuando te has descubierto a ti mismo, te has puesto atención y te has autobservado nadie puede superarte en el trato que tu mismo te puedes proporcionar.
Te atiendes y tomas consciencia de lo bien que te sientes cuando aceptas con coherencia tus reacciones ante la vida. Te estás sintiendo y dándote cuenta de administrar tus naturales reacciones.
Terminas de comprender el efecto tremendamente positivo de tomar consciencia de lo que sentimos y percibimos. Ello nos permite actuar siempre de la forma en que nos produce la mayor alegría y sosiego.
Tras este descubrimiento del tremendo aporte de ser conscientes de cómo vivimos, nace el agradecimiento por lo que somos. La sensación de agradecimiento llena todos nuestros momentos de armonía, coherencia y sosiego y retroalimenta la intención de vivir atentos.
El agradecimiento desborda de nosotros mismos hacia los demás y genera una relación transformacional que es ampliamente motivadora.
Es un hecho conocido que no podemos amar si no hemos aprendido a amarnos a nosotros mismos. De modo que por ser nuestra mejor compañía terminamos siendo una buena compañía para muchos otros.