¿Se puede comerciar con la paz interior?
Contribución de Isabel Hernández Negrin de Las Palmas de Gran Canaria, España
Cuando somos capaces de conciliar nuestras naturales necesidades para sobrevivir con aquellas necesidades del desarrollo como persona solemos experimentar paz. El solo hecho de vivir en sociedad nos pone en situaciones constantes en las que debemos elegir entre estas tendencias.
Según mi parecer con las situaciones vividas pueden ser difíciles, pero es importante no negociar la integridad a favor de la comodidad. Muchas veces tratamos de hacer eso sin casi darnos cuenta. Como quién quiere adelgazar sin dejar la comida basura. No se puede negociar y querer llegar a buen puerto. Si me digo que quiero adelgazar, PERO sin cambiar casi nada, parece que el interés no es muy gran y lo que estoy haciendo es maquillar ante mi mismo el hecho de no ser capaz de llevar las riendas de mi vida. Esta negociación es la corrupción. Es un mecanismo perverso que nos lleva al cinismo y finalmente a la impotencia. Un precio bastante alto por una negociación que justifique mi pereza.
Quien a sabiendas haga este tipo de componendas consigo mismo, sabrá de sus resultados nefastos.
La paz interior, no se negocia.
