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REFUGIARSE en la IDENTIDAD nos AUTOENGAÑA

Contribución de Isabel Hernández Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, España

Dirías que eres como cuando eras pequeña? Dirías que eres como te ve tu pareja? Dirías que eres como tus padres te ven? O como lo hacen tus hermanos?

Dirías que eres como tú misma crees ser? Desconfía de las ideas que tienes sobre ti misma. Solemos dibujar una imagen de uno que se compone de lo que otros han dicho. Los maestros que nos alabaron o despreciaron. Los padres que nos controlaron o nos dieron libertad. Los compañeros con quienes nos relacionamos en diversas épocas. Las parejas que tuvimos. Todos han tenido opiniones o impresiones que han depositado en nuestra cajita de la identidad. Identidad quiere decir que somos eso mismo que pensamos. Sentimos que somos eso. Por último,  yo misma me he puesto ciertas etiquetas que mantengo de por vida.

Aunque muchas etiquetas propias o prestadas no sean de mi agrado, siento que todo eso soy yo y la familiaridad que tengo ya con ellas me impide liberarme de ellas realmente. A fin de cuentas lo familiar es un territorio seguro. Y lo seguro siempre lo apreciamos mucho.

Cuando hacemos algún cambio drástico en la vida nos sentimos desnudos, nuestra identidad se siente mutilada. Si dejamos nuestra relación de pareja ¿cómo nos sentimos? Puede que haya vacío, cierta desorientación, todo lo que antes era habito y familiar cambia, mi identidad de conjunto con mi pareja ya no existe, etc. Nos desorientan ciertos cambios aunque sean elegidos. Hay un choque de tu imagen de ti habitual con la situación nueva y eso no es algo agradable de entrada.  

Nos refugiamos en la identidad que hemos construido de nosotros mismos. Por ejemplo: madre dulce y solicita para sus hijos, responsable y trabajadora; padre cabeza de familia y referencia de los hijos; profesional de alta categoría reconocida y admirada; simpático, buen amigos de sus amigos, generoso, bueno para las fiestas, etc.etc.  Además, cada etiqueta lleva una valoración de “bueno” y “malo”.

Para cualquiera de nosotros la identidad, esa imagen que hemos construido de nosotros, muchas veces es una losa que no deja que salga todo el resto de posibilidades que llevamos dentro. Es una liberación dejar de creer que esa identidad es algo fijo que me acompañará hasta la muerte. La identidad rígida que llevamos como un abrigo para estar en sociedad, nos engaña y oprime. De hecho siempre estamos cambiando, como todo en la vida.

Si esto te suena, observa cómo es la imagen de ti que has construido: soy asi y asá… y dedícate a observar de dónde has sacado todas esas etiquetas y si realmente tú eres así o es que tú te lo has creído. A veces sucede! Más de lo que uno cree.

Prestar atención, libera! 

2 de Marzo Isa REFUGIARSE en la IDENTIDAD nos AUTOENGANA 2 min scaled