
Preguntas para autobservarme y aprender de mí.
Comentario de José Parés Pérez. Concepción, Chile
La verdad es que sin atenderte es muy poco lo que puedes hacer. Si no te atiendes vives dormido. Si no te atiendes vives fuera de ti; es como si estuvieras permanentemente frente a una pantalla viendo proyecciones de las vidas de otros y no la tuya.
Es cierto que a veces puedes despertar para reaccionar con lo que ves en las vidas de los demás o para desear lo que otros poseen o para lamentar y culparte por asuntos de tu pasado.
El resultado de la ausencia de tu vida no es otro que una insatisfacción ante lo poco que te conoces. Crees que no eres como te gustaría ser. Sin conocerte has concebido una imagen errada de lo que quieres lograr en ti.
Estás cometiendo un doble error: (1) no sabes lo maravilloso que puedes ser porque no te conoces y (2) crees que te puedes cambiar sin conocerte, sin atenderte.
Tu eres un ser único y debes aceptarte. Eres la semilla de lo que te propongas vivir. No puedes, sin embargo, proponerte nada en tu vida sino te informas sobre ti, si no te observas, si no te atiendes.
Ese es el único camino conocido para vivir tu propia preciosa vida. Debes atenderte para hacer de ti lo que te propongas. Ello te mostrará cómo eres y si algo de ti te desagrada, el sólo saberlo iniciará, bajo tu atención intencionada a tu vida, el cambio que puedes lograr en ti.
No tienes que buscar el cambio, mantén tu atención intencionada en tu vida y ello te llevará hasta donde puedas llegar, pero siempre en armonía, coherencia y sosiego.
Atiéndete y descubrirás tu maravillosa vida.