Preguntas para autobservarme y aprender de mí.
Comentario de José Parés Pérez. Concepción, Chile
La razón profunda de nuestra práctica habitual de juzgar y opinar sobre lo que sentimos y percibimos fuera y dentro de nosotros debemos buscarla autobservándonos cuando lo hacemos.
Como es tan frecuente podemos observarnos con facilidad pero como nos parece tan natural hacerlo, no es sencillo descubrir la real fuente de esa actitud.
Lo he logrado en más de una oportunidad y he podido notar que no me agrada que otros tengan éxito mientras mi autoevaluación no es muy alta. He podido notar que esto sucede independientemente de si coincidimos con el otro en lo que hacemos. Se da de todas maneras el resentir que otros sean exitosos.
Adicionalmente la razón de mis juicios, críticas o comentarios surge del desagrado que me produce lo que veo en el otro ya sea por su actividad, su forma de ser o su actitud de momento.
Es descarnado el resultado pero necesario para una vida en relación con armonía y sosiego.
Sabido cual es la verdadera razón de mi disposición a valorar y comparar lo que observo en la vida, estoy en al camino de corregir ese aspecto de mis relaciones. A continuación, si realmente dispongo de la motivación para modificar aquello que es fuente de conflictos propios y ajenos, el cambio se iniciará y robustecerá mi interés por vivir la vida con atención.
El porqué actuamos de una forma o de otra en la vida es siempre algo que sólo la autobservación puede proporcionarnos. Las razones pueden ser sustancialmente distintas en unos y otros casos. El camino hacia el cambio pasa por un auténtico interés en conocernos y poner la atención intencionadamente en aquellos aspectos que la requieren.