#Preguntas para #autobservarme y #aprender de mí.
La #Atención al #Presente
¿Pensar sobre lo que estoy viviendo me separa de la vivencia?
Contribución de Isabel Hernández Negrin de Las Palmas de Gran Canaria, España
Suele suceder que cuando uno pregunta a otra persona “qué sientes…” en lugar de responder lo que se siente, se termina rápidamente pensando, analizando o enjuiciando lo que se siente o hablando sobre la situación que me hace sentir de esa manera.
Ya sea por falta de costumbre, por evitar hablar de mis sentimientos, por no sentirme vulnerable o por lo que sea, lo cierto es que prefiero pensar sobre lo que siento antes que sentir íntimamente y acompañar lo que siento.
A veces vivimos emociones que nos desagradan y para evitar ponernos sensibles, o llorar o parecer frágiles, preferimos evadirnos mediante la racionalización. Así no entro de lleno en la vivencia.
Esa forma de actuar puede volverse hábito y al no pararme a sentir todo lo que me suscita esa situación, me pongo a pensar y hablar de otros aspectos de la misma, menos de lo que yo he vivido, sobre todo si es desagradable.
Esto lo hacemos sin conciencia de lo que sucede, pero ahí podemos darnos cuenta de que el pensamiento nos aleja de la inmediata realidad. El pensamiento habla de algo que ya paso o de algo que creemos que sucederá, pero raramente pensaremos al mismo tiempo que vivimos y sentimos plenamente la vivencia de mismo instante.
Quizás esto te parezca raro, pero sólo tienes que comprobarlo en tu propia experiencia. Observa si, cuando hablas / piensas de una vivencia, la estas sintiendo como si estuvieras observando en silencio y sin pensar.