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26 de febrero Pepe Me trato como un instrumento de mis deseos

Preguntas para autobservarme y aprender de mí.

Comentario de José Parés Pérez. Concepción, Chile

 

Intentar satisfacer nuestros deseos es una tarea imposible toda vez que tan pronto has satisfecho uno muy pronto se presenta un nuevo deseo. Como normalmente nuestros recursos suelen ser limitados para la satisfacción sin juicio de nuestros deseos, entonces aparecen las limitaciones para la satisfacción, situación que no estamos preparados para enfrentar.

 

Nada más frustrante que la situación descrita, estar acostumbrado a satisfacer todos nuestros deseos y encontrarnos un día en que ya no podemos hacerlo pues se ha agotado alguna condición para poderlos satisfacer.

 

Nuestra vida nos llevó a transformarnos en un instrumento para satisfacer los deseos. Estamos siempre dispuestos para ello. No somos nunca un obstáculo para lograr todo lo que deseamos.

Si lo miras detenidamente, nunca nos dijimos “No”.

 

No solamente nuestra salud nos exige algunos No, sino que también nuestras relaciones, el ejemplo que damos a quien nos rodea y/o depende de nosotros, el respeto de la naturaleza y de la vida de todos y otras razones aconsejan estar preparados para decir No en determinadas circunstancias. Eso constituye una infaltable característica de la humanidad que somos.

 

La vida, que de por si ya es difícil, se nos hace insoportable si hemos llegado a ser un instrumento siempre dispuesto para satisfacer los múltiples deseos que se nos presentan en la vida. La vida atenta te permitirá siempre la oportunidad de analizar coherentemente lo que deseas y decidir lo mejor para tu vida.