fbpx
5 de febrero Pepe Me refugio en mis hábitos

Preguntas para autobservarme y aprender de mí.

Comentario de José Parés Pérez. Concepción, Chile

 

En muchos aspectos, tanto por una tendencia natural de nuestro cuerpo por disminuir al máximo el consumo de energía como porque nos ahorra tiempo e interés hacer las cosas automáticamente, recurrimos a los hábitos cuando las actividades tienen un cierto grado de semejanzas unas con otras.

 

Ejemplos clásicos de hábitos los constituyen nuestras reacciones a ciertos estímulos que no nos agradan o que nos resultan muy repetitivos. Nos resulta muy práctico contestar como lo hacemos mediante lo que ha llegado a ser un hábito en nuestra relación con los demás y/o con nosotros mismos.

 

Sin embargo, como toda actividad que realizamos y en la que no ponemos nuestra intencionada atención, corremos el riesgo de hacer con ella daño a los demás o a nosotros mismos.

 

Aunque esa posibilidad de dañar o dañarnos  al actuar conforme al hábito que hemos adquirido tiene una tremenda importancia, no es todo lo pernicioso que tiene esa manera de actuar. Adicionalmente dejamos de poner nuestra intencionada atención a lo que hacemos que es, como lo hemos investigado y propagado desde hace mucho tiempo, la única forma en que aprendes de ti y te conoces.

 

Conocerte a ti mismo es la única forma de crecer en la vida. Tu eres único y diferente a cualquier otro y por lo tanto saber qué, quién y cómo eres guiará tus pasos para lograr una vida armónica, coherente y sosegada.

 

No pierdas tus oportunidades de crecer, observa siempre lo que sientes, haces o piensas.