¡Hay tanta riqueza en la ALEGRÍA!
Contribución de Isabel Hernández Negrin de Las Palmas de Gran Canaria, España
Todos estaremos de acuerdo que la alegría es un sentimiento positivo y que nos atrae cuando ésta se produce a través de una actividad o de una persona que tiene la fortuna de haber nacido o crecido con ese regalo de por vida.
Sin embargo, creo que por suerte la alegría asoma ahí donde se lo permitimos. Los que no contamos con la alegría como un don permanente también podemos experimentarla.
Recuerda uno de esos días en que nos lamentamos, nos quejamos, nos sentimos maltratados por alguna situación. Nos sucede que estamos enojados porque las cosas no salieron como esperábamos o como creemos que deben ser…y esa frustración con su enojo o tristeza correspondiente, nos aleja de la alegría. En esas ocasiones, también puede que estemos opinando y criticando algo o a alguien.
Todo eso podemos ponerlo entre paréntesis en nuestra vida. Qué tal si ante un lamento, una crítica nos decimos “quizás no tengo razón; voy a prestar más atención antes de volver a opinar”. Creo que fue Marco Aurelio quien escribió “Serás feliz cuando dejes de opinar”. Interesante, no?
Quizás no se entienda al decirlo. Por eso te propongo que hagas algo para descubrirlo hoy. Cada vez que opines, o te quejes de lo que sea te digas de verdad “Quizás no tenga razón; quizás me falta información”. Luego observa cómo te sientes tú y cómo te sientes con respecto a lo que criticabas.
Te lo recomiendo. Si no estás dispuesto a hacer por ti algo tan sencillo, mejor deja de leer estas páginas, porque aquí siempre te vamos a invitar a explorar, a observar, a hacer cosas nuevas. Suerte!