#Preguntas para #autobservarme y #aprender de mí.
¿Existe para ti aquello que no ves aunque lo mires?
Contribución de Isabel Hernández Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, España
El pez no se da cuenta del agua, aunque esté rodeado por ella.
Tenemos una idea de cómo son las cosas. Lo que se sale de ella nos incomoda o directamente no lo vemos. No vemos aquello que no esperamos ver o que no queremos que suceda.
De tal forma puede estar gestándose una guerra, pero no veremos nada hasta nos bombardeen la casa. Así, contra toda evidencia, los hay que dicen que el cambio climático es una mala invención de los científicos. De la misma manera dicen de los indígenas americanos que al ver sobre el mar los barcos de los españoles, como no era algo totalmente extraño para ellos, no los tomaron en cuenta, no los vieron.
En el terreno de los fenómenos internos personales sucede que aquello que no admitimos en nuestra foto de lo que “debe ser”, no somos capaces de verlo. Esa inflexibilidad para ver lo extraño viene dada, con frecuencia, por la inflexibilidad de creencias que nos hace ver un mundo adecuado a nuestra imagen y no como lo que realmente es.
Muchos hemos conocidos unos padres que no ven que su hijo es gay, aunque todos los vecinos lo tengan claro hace años. No se rían, porque a todos nos pasa eso todos los días. Todos los días juzgo involuntariamente a todos según mis propios y limitados criterios y espero que el mundo sea sólo eso que yo veo.
Somos muy miopes con lo que no nos interesa o nuestras creencias no admiten y ese hábito silencioso nos lleva a situaciones conflictivas con otros, nos arrincona en una visión única y por ello nos impide aprender y estar abiertos a una realidad que no para de cambiar.
Resumiendo: Lo que no veo, no existe. Lo que existe es sólo lo que veo. La realidad es lo que veo. ¿Te parece normal? ¿Eres capaz de reconocer esto no solo en otros, sino también en ti?
Atrévete a observarte y averiguar! Y ríete mucho!
