¿El presente siempre es novedoso?
Contribución de Isabel Hernández Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, España
¿Te has fijado que gran parte del día uno percibe de forma bastante superficial? Miramos, pero no vemos, no distinguimos detalles, no penetramos con empatía en los demás. Pasamos por encima de las situaciones sin detenernos como si tuviéramos que llegar rápidamente a otro lugar, y eso aunque no tengamos apuro. Lo hacemos simplemente, quizás por economía del sistema o por hábito.
De esta manera vivimos como si nada de lo que tenemos delante fuera en verdad importante. Nada despierta mucho interés para nosotros. Es fácil el aburrimiento, la pereza o el enojo y la irritación.
Sin embargo, si prestamos atención abierta a lo que tenemos delante, sea este un paisaje, sea una persona lo viviremos como una novedad, como quien lo vive por primera vez. Está uno presente en la situación.
Se me ocurre que quizá un ejemplo de diferentes maneras de vivir y sentir y ubicarse en el mundo podría ser este. Es probable que mucho hayamos salido a la naturaleza, a un sitio bello. En esta situación hay personas que parecen no reparar, no conectar con esa belleza, y pasan el tiempo hablando a voces, comiendo y quizás tirando basuritas alrededor. Otras personas ante el mismo paisaje pueden conectar con la naturaleza, los pájaros y otros animalitos del lugar, prestar atención a cómo su cuerpo se siente en el lugar, disfrutará del silencio, de su silencio y puede sentirse casi físicamente conectado con lo que le rodea, sin distracciones.
El presente siempre es NOVEDAD. Hasta una mala situación es menos mala si estamos conectados, aquí y ahora, a lo que nos está sucediendo.
Proponte ahora prestar atención durante el día a la manera en que vives. ¿Vivo pasando superficialmente por las situaciones o me siento libremente conectado a ellas? Seguro que aprenderás algo sobre ti.