Preguntas para autobservarme y aprender de mí.
Comentario de José Parés Pérez. Concepción, Chile
Es corriente que sintamos que no lo estamos pasando muy bien. Las variadas emociones que experimentamos en la vida pueden estar haciendo presa de nosotros. Nos dejamos dominar por la ira ante cualquier estímulo que nos desagrada; nos embarga el desaliento tras errores o críticas sobre nuestro desempeño profesional; transformamos algún dolor en sufrimiento a causa de nuestra falta de aceptación de la realidad de la vida; etc.
En la gran mayoría de esos casos y otros semejantes, es probable que te percates de la fuente de tus malestares pues puede serte clara. Sin embargo, puede darse que buscas en ti mismo las causas de tus malestares y que no ves claramente su origen.
Esta es la situación cuando estás siendo víctima de un deseo que te domina. Puedes no darte cuenta que estás siendo dominado por un deseo que, normalmente, interpretamos como algo natural y aceptable. Puedes no percatarte que el deseo está produciéndote dependencia. Y de ser así, no nacerá tu intención de atenderte para salir de esa condición negativa en tu vida.
No debes olvidar que todo aquello que te resta de conocerte a ti mismo, por cualquier causa o razón, es un potencial enemigo de tu armonía, coherencia y sosiego. Es importante que tengas muy claro que lo propio es atender nuestras necesidades y que nuestros deseos deben se cuidadosa y atentamente satisfechos pues nos pueden sacar de la vida plena.