fbpx
4 de setiembre Pepe El apego a mis creencias las justifica

Preguntas para autobservarme y aprender de mí.

Comentario de José Parés Pérez. Concepción, Chile

 

La moderna cultura humana es, al menos desde hace un par de centurias o quizá algo más en algunos regiones, abierta en lo que se refiere a las creencias. No han terminado, sin embargo, las épocas oscuras ni en lo religioso ni  en lo político ya que gran parte de la humanidad vive aún bajo regímenes políticos en que no se tiene libertad de pensamiento so riesgo de la propia vida.

A pesar de ello, nuestra cultura, es hoy día abierta en estos aspectos. Todos y cada uno podemos no tener creencias o tener las creencias que nos parezcan estén o no reñidas con la realidad conocida por la ciencia. Sólo nos exigimos el respeto de las buenas costumbres y el respeto a la vida.

Ninguna diferencia entre nuestras creencias o con la ausencia de ella, puede ser una argumento suficiente para nuestra división. Apegarnos a nuestras creencias o a la falta de ellas, no puede justificar ni las propias creencias ni el no tenerlas. Tener creencias y darle importancia a ese pensamiento no es más importante que nuestra estatura o el color de nuestros ojos. Nunca debemos olvidar que las creencias religiosas o políticas o lo que sean, son sólo creencias. No están comprobadas, no son mejores unas que otras, no son necesariamente la verdad y es algo que cada uno cree y por tanto no se pueden imponer.

Una relación entre nosotros tiene un rango de importancia en la vida que somos mucho más importante que nuestras creencias. Por lo tanto carece totalmente de sentido el que el apego a una creencia o al no tenerla, pueda hacer inefectiva o destruir aquellas relaciones que forman el pilar de nuestra sociedad. Si lo hicieran, es un hecho cierto que no existía una fuerza unificadora suficientemente grande en aquella relación.

¿Recuerda cuando las religiones prohibían el matrimonio si los concertantes no coincidían en su credo? ¿Entiende Ud. que los políticos que realmente aman a su país y esa es el principal motivo de su oficio, destruyan o ataquen los avances potencialmente positivos para su país generados por su adversario?

¿Ha experimentado una situación en que sus creencias o la falta de ellas, haya provocado el rompimiento de una relación o dificultado el avance en su natural evolución en su trabajo? Si así ha sido, ¿cree que estuvo bien el predominio del apego a las creencias sobre la pérdida soportada?