¿CUANDO ACTÚO CORRECTAMENTE?
Preguntas para autobservarme y aprender de mí.
Contribución de Isabel Hernández Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, España
Actuar no es difícil. Estamos hechos para actuar, para reaccionar en principio ante todo lo que puede dañarnos y luego ante lo que puede ayudarnos a sobrevivir. Ese es el mecanismo básico.
Hay quien considera actuar correctamente a hacer eso mismo: a satisfacer sus propias necesidades e impulsos básicos. Hacer sólo esto puede estar bien e incluso es suficiente para llegar a morir de viejo. Pero a veces no es suficiente para hacer un balance positivo de la propia vida.
Cada cual tendrá su balance. Yo me siento bien si actúo con el criterio de ser coherente dentro de mí a la vez que no me quedo con nada de esa situación. No me quedo con un enfado, o con sensación de victoria o derrota, o con resentimiento, o con la sensación de no haber hecho todo. O sea, cuando quedo en paz conmigo y con lo demás. Cuando no me quedo con violencia, ni dejo violencia detrás de mí.
Eso no es siempre fácil. La forma rápida de actuar, esa que sólo mira por mí, a veces deja un reguero de pequeñas o grandes violencias en las relaciones con otras personas o con todo en general. Para poder actuar de manera consciente y coherente lo primero es querer hacerlo y eso implica que le demos importancia a cómo hacemos las cosas. Una vez que queremos, hemos de empezar a aprender. Se aprende observando cómo las hago en realidad y así poder probar otros criterios de acción.
Así pues, todo empieza por atender a lo que estás haciendo y a cómo lo estás haciendo y a para qué lo estás haciendo así. No nos preguntaremos si estamos haciendo bien o mal, sólo vamos a observar cómo.
Aprender a actuar correctamente lleva un poco de práctica. Aprender a conducir un vehículo no es fácil, pero le ponemos muchas ganas. Y como nos cuesta dinero nos apuramos a terminar rápido. Actuar sin corrección interna, no nos cuesta dinero, pero nos puede costar la vida.
Piénsalo! Siempre podemos aprender.