Vivimos CONFUNDIENDO lo que PENSAMOS con los HECHOS sobre los que PENSAMOS
Contribución de Isabel Hernández Negrin de Las Palmas de Gran Canaria, España
Puede que nos parezca que esto no es posible. ¿Cómo va a ser que lo que piense mi cabecita no sea fiel reflejo de lo realidad? ¿Cómo va a ser que los ideas, creencias, juicios, supuestos que haga sean como pompas de jabón?
Pues ¿y si fuera así? Quizás a alguien esto le produzca algo de vértigo, porque lo interprete cómo inseguridad acerca de lo que pensamos.
Pero también se puede interpretar como una liberación. Sitúate en que lo que piensas fuesen sólo hipótesis que tu cabecita lanza como diciendo “podría ser esto” o “se parece a esto otro”. Si son solo hipótesis, supuestos, nos tendríamos que detener más ante las cosas para apreciarlas en todas sus facetas antes de concluir creyendo que la cosa es como yo me la represento. Aprenderíamos más y estaríamos más cerca de la realidad.
El día de hoy te propongo que observes esto. Cuando hayas desarrollado una conclusión sobre cualquier cosa, detente, observa cómo has llegado a esa idea y date cuenta de que es una hipótesis ¿No podría ser también otra la explicación a ese hecho?
Nuestros pensamientos no son los hechos de los que hablan. Observa, date cuenta y aprende.