La PESADILLA del DESEO
Preguntas para autobservarme y aprender de mí.
Contribución de Isabel Hernández Negrin de Las Palmas de Gran Canaria, España
A veces postergamos aquello que es importante para nosotros. Suelen, esas cosas importantes, requerir más energía, más tiempo, más meditación y ese esfuerzo extra hace que las dejemos para más tarde. Además, lo importante, con frecuencia no trae una satisfacción inmediata. Por el contrario, podría ir contra nuestros hábitos más familiares y eso siempre produce resistencias y pereza en nosotros.
Sin embargo, hay algo que nos motiva mucho más que lo importante. Estoy pensando en la satisfacción que nos produce perseguir deseos en el corto plazo. Un viaje, una cena especial, una relación íntima, ganar algo en un juego, un auto nuevo, comprar algo aunque no se necesite y un largo etc. de posibles satisfacciones rápidas y motivantes.
Es propio del deseo que su satisfacción se alcance relativamente rápido, pero la extinción de la satisfacción también. A veces, casi desaparece la satisfacción cuando apenas se ha alcanzado. Es muy escurridiza la satisfacción de los deseos, pero crea adicción. Por eso, cuando hemos logrado realizar uno y tras ese vacío de motivación, buscamos otro que nos vuelva a prometer otro sorbo de placer urgente.
Cuando, en la vida diaria, este circuito nos pasa desapercibido, nos parece natural lo que hacemos, pero en realidad nos hemos hecho esclavos de la promesa del deseo.
Ojo! Los deseos, no son ni malos ni buenos, simplemente se producen con la finalidad de darnos una satisfacción rápida o superficial. Los deseos no tocan lo importante de nuestra vida. Por eso es bueno aprender a distinguirlos de lo importante, pues lo importante da paz y la espiral del deseo solo deja el vacío tras de sí.
Fíjate, presta atención a este interesante fenómeno en tu vida. Siempre tenemos algún deseo en marcha. Descubre tus deseos, sin juzgarte, con pura curiosidad y ganas de conocerte mejor.
