
Preguntas para autobservarme y aprender de mí.
Esteban Rojas
Cuando intentamos comunicarnos desde una condición divagante no somos capaces de escuchar de forma atenta y desprejuiciada, por lo que difícilmente lograremos entendernos con los demás de forma efectiva. La atención va y viene adhiriéndose a las imágenes y emociones que nos propone el pensamiento compulsivo. Por otro lado esas imágenes y emociones están asociadas a recuerdos, temores y ansiedades que afectan en forma de prejuicios a cualquier comunicación.
Perdemos la oportunidad de atender al otro con dedicación y de forma abierta y significativa, y con ello la posibilidad de acercarnos al otro, comprenderlo y que experimente en el afán de escucharle nuestro respeto a su opinión.
La comunicación significativa entre las personas, la que permite que la gente se descubra, acepte y reconozca, está condicionada por nuestra capacidad de escuchar con empatía, y esta a su vez depende de nuestra capacidad de vivir atentos al presente.
Un saludo
Esteban