Preguntas para autobservarme y aprender de mí.
Comentario de José Parés Pérez. Concepción, Chile
Camina sólo unos pasos hacia tu interior para que pongas a la luz tus sentimientos más íntimos y detente a observar el mundo que estamos habitando, el cómo sufren los desposeídos y cómo abusan los poderosos.
No es complejo poner atención a esta realidad y es por ello es que me atrevo a pedirte que lo hagas en este mismo momento. Si estás dedicando tu hermoso tiempo a leer estos pensamientos míos, hagámoslo seriamente pues tu tiempo es precioso.
Desde esa condición atenta, observa cómo nacen, crecen, mueren por miles los niños diariamente y si sobreviven más de cinco años, como trabajan para sobrevivir en muchos lugares de este mundo en condiciones claramente subhumanas. Y todo esto mientras las responsables de las naciones unidas se mantiene en reuniones permanentes, en palacios y bien alimentados.
Observa las escasas oportunidades que les damos a los jóvenes para estudiar mientras son las víctimas preferidas de los poderosos fabricantes de alcohol y drogas; viven sin recursos y deben pagar por sus estudios para lograr un título que le permita aspirar a una vida razonable; o ser víctimas de mafias que se empoderan por el tráfico de drogas.
Observa cómo el hombre trabajador en un alto porcentaje de trabajos es explotado sin respeto igual como se explota a la naturaleza y a los recursos aire, agua y energía y muchas veces con salarios totalmente insuficientes para una vida razonablemente humana. Y todo bajo el poder del dinero que no está satisfecho con que una parte muy escasa de sí mismo esté fuera de sus faltriqueras.
En fin, observa cómo en muchos lugares del mundo se trata a los ancianos como claramente inservibles y molestos. Podrás oir, si pones atención a las quejas de los poderosos, que se molestan seriamente porque algunos nos estamos demorando mucho en morir.
Déjame preguntarte ahora, tras tu lectura, observación y comprobación personal de esta realidad ¿consideras seriamente que pueda existir paz en este mundo abrazado violentamente por el DESEO de algunos de poseerlo todo? ¿No crees que la única posibilidad de que no acabe la estrecha imitación de paz que parece existir en algunas partes del mundo es que nos mantengan dormidos o dominados por migajas de deseos adormecedores?
Definitivamente ni tus deseos personales ni los de los poderosos pueden convivir con La Paz. ¿Qué piensas que debemos hacer cada uno de nosotros para construir paz en nuestras relaciones? ¿Consideras que podremos lograrlo si vivimos deseando lo que no poseemos? ¿Qué te parecería si lograras una vida atenta y ésta te sugiriera satisfacer tus necesidades y dejar de intentar la ilusión de satisfacer tus deseos sabiendo que jamás lo lograrás?
Deseos y paz nunca coexistirán. Perderás tu paz interior y exterior intentando satisfacer tus deseos.