¿ACUMULO PORQUE TEMO LA INSEGURIDAD?
Preguntas para autobservarme y aprender de mí.
Contribución de Isabel Hernández Negrin de Las Palmas de Gran Canaria, España
Recordarás que hay animales que acumulan comida en las épocas buenas para poder pasar el invierno. Es un impulso para la supervivencia de la propia vida. Es algo natural que se desarrolló a lo largo de la evolución.
También nosotros acumulamos en diversos grados. Ante un desabastecimiento muchos se pelearán en la tienda por los alimentos que quieren llevarse. Cuando hay abundancia y parece seguro el abastecimiento, todos nos tranquilizamos, pero ante la inseguridad sentimos la llamada de la selva y somos capaces de hacer cosas que en condiciones normales ni imaginamos.
Aunque las condiciones sean buenas, cuando vamos a hacer la compra y la traemos a casa hay un cierto disfrute en colocarlo todo y ver que estamos pertrechados por un tiempo. Esa satisfacción no es sólo porque no tengamos que ir a la tienda hasta dentro de un mes. Hay detrás, si se fijan, una satisfacción, una tranquilidad por tener esas necesidades satisfechas. Nos sentimos seguros, a salvo y relajados.
Eso también lo trasladamos los humanos a otros ámbitos. Acumulamos muchas cosas que nos ofrecen seguridad. Acumulamos títulos, cursos, relaciones, poder, dinero… Es bueno darnos cuenta en nuestra propia vida y observar cómo aparecen sutilmente esos impulsos defensivos que, muchas veces, no son proporcionados a la situación.
Las huellas de estos impulsos se ven en lo personal, en lo grupal, en lo nacional y en lo global. En lo nacional vemos como los países tratan de adueñarse de recursos matando, enredando, expoliando a otros. Muchos de los superricos que todos podemos conocer es muy posible que deban el comienzo de su fortuna a alguien que peleó y saqueó por ganar seguridad. Esos impulsos, sin control, llevan siempre a actos violentos, que podemos ver fácilmente en otros, pero ¿eres capaz de ver los tuyos? Te propongo que te observes a lo largo de este día.
Acumular, coleccionar, aferrarse, controlar, poseer… son verbos, acciones, que conllevan una actitud y que tienen sus consecuencias en forma de aislamiento, división, prejuicios, violencia… todo para sentirnos seguros.
Ver esto en nosotros no debe hacernos sentir mal. Ser capaces de observar esto en nosotros favorece que caigamos en cuenta, sin críticas, de los impulsos reflejos que nos mueven y, al verlos, poder desprendernos de su poder para llevarnos ciegamente a la violencia, ya sea sutil o bárbara.
Te alegrarás de conocerte mejor y sobre todo por sentirte capaz de regular esos impulsos y tomar decisiones mejores y proporcionadas. Tú eliges. Siempre.