ACTO A ACTO NOS ESCULPIMOS NOSOTROS
Preguntas para autobservarme y aprender de mí.
Contribución de Isabel Hernández Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, España
Vivimos con tanta urgencia que olvidamos fijarnos en nuestros actos. Vivimos con la atención exclusivamente en lo externo, en lo que debo hacer, a dónde debo llegar, en los plazos de las cosas… que no hay lugar para nada más.
Hay ocasiones en las que alguien se pregunta ¿y esto es todo? ¿Este corre-corre es todo en la vida? ¿La vida es esto nada más?
Pues la respuesta es que depende de uno mismo. Muchas veces, tras hacer esas preguntas, decimos algo como “bueno, dejemos la filosofía y vamos a lo concreto”, o sea, a seguir corriendo y haciendo. Olvidamos la pregunta.
Seguir corriendo o darnos unos segundos ante situaciones que requieren nuestra atención y observación depende de una decisión, y depende de que hagamos realmente esa pausa y encontremos la actitud o la acción que requiere la situación.
Tanto si hacemos la pausa como si seguimos corriendo, la decisión está tomada por activa o por pasiva. Y eso hace que sigamos un camino u otro: el camino de la impulsividad y la reacción a los estímulos o el camino del desarrollo y crecimiento interior.
Esto no es nada “filosófico”, es algo totalmente práctico y cotidiano que, además, está al alcance de todos.
Acto a acto, pausa a pausa, decisión a decisión meditada y coherente, vamos esculpiendo nuestra vida. Así le damos un sentido u otro a la propia vida. Si sólo reaccionamos, seguiremos preguntándonos de vez en cuando si la vida es sólo eso. Si prestamos atención a nuestra vida y a la vida en general, alimentaremos nuestro crecimiento, nuestra capacidad para dar respuestas equilibradas y cada vez más sabias y nuestra vida siempre tendrá un sentido positivo para nosotros.
Y tu ¿qué vida quieres esculpir? La decisión es tuya!
