fbpx

​¿El temor oculta la paz?

Comentario Isabel Hdez., España

¿Cómo nos sentimos cuando tememos algo? Seguro que puedes evocar esas sensaciones, esa opresión en el pecho, esa respiración alta, esa tensión en el cuerpo, esa imaginación tratando de prever lo que puede pasar…  Hay una actividad muy ruidosa dentro de uno que corresponde con una reacción de defensa para sobrevivir a la amenaza. Ya sea esta amenaza real o imaginaria, ese ruido es el mismo o casi. Personalmente creo que es peor la amenaza imaginaria, pues no se completa nunca con una acción a través de la que se descargue toda la tensión acumulada para hacer frente al peligro. El temor nos arrincona en un bucle que nunca se abre.

Seguramente conocemos personas que siempre están previendo lo malo que puede suceder. Incluso nosotros mismos podríamos descubrirnos que hacemos ese juego.

Necesitamos darnos cuenta de que un sistema defensivo demasiado activo tiene una potencia tan grande que pone toda la energía al servicio de evitar la amenaza. Al estar permanentemente en pie de guerra es imposible que haya espacio o energía para la paz.

Sin embargo, solemos vivir gran parte de nuestro tiempo en modo defensivo. Quizás nuestro nivel de alarma sea moderado, pero si vivimos inconscientemente en ese estado, él será el que domine nuestra vida y la paz será un anhelo siempre lejano o  se reducirá a escasos momentos de cierta tranquilidad.

Proponte hoy poner atención a tu nivel de reacciones defensivas, a si te enojas u ofendes con facilidad, a si criticas conductas de otros, a si necesitas tener todo controlado, etc.  No te critiques ante lo que observes en ti. Solo contempla y respira con tranquilidad.  Seguro que aprendes algo de ti que te ayudará a mejorar tu estado y a dar espacio a la paz.

temor