¿El deseo seduce?
Comentario de Isabel Hdez. Negrín, España
La sola palabra deseo crea un halo de intriga y motivación. Sentimos mucho interés en algo que promete un logro y una satisfacción y esa promesa nos seduce. Es como un aroma que nos atrapa e impele a buscar su origen. La seducción implica atraer haciendo uso de todos los recursos necesarios, lo que entiendo que contiene algo de manipulación y quizás una pizca de engaño.
¿Dónde está el engaño o la manipulación que hacemos? Quizás en que el interés no está en el objeto/persona/situación en sí, sino en la satisfacción que promete. Lo que me seduce es alcanzar la satisfacción y no lo que hago para llegar a ella. También podemos cometer el error de creer que el deseo nos proporcione paz. Eso no sucederá por la propia naturaleza del deseo que muchas veces se centra el lograr el placer que compense alguna frustración.
No pienses que llevarte por el deseo es bueno o malo. Todo cumple su función, pero conviene saber lo que uno está haciendo y que es lo que buscas.
Observa en ti este detalle sobre el deseo!