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​¿Desde la gratitud a la vida podemos despejar los nubarrones que ocultan nuestra paz interior?

Comentario de Isabel Hdez. Negrín, España

Cuando leí esta pregunta me vinieron a la pantalla las fotos de niños en lugares pobres o en medio de guerras que juegan y se ríen, con esas caritas sucias y pícaras. Transmiten alegría y vitalidad, ganas de vivir. Se sienten bien allí donde están, aunque sus condiciones materiales sean muy pobres.

Cuando crecemos, entre otras cosas, puede que perdamos la alegría de vivir. Eso podría tener varias causas, pero me quiero centrar en una que creo que será la más común entre quienes lean esto. A pesar de que los que pueden leer esto tienen un teléfono moderno o un ordenador (computador)  y una conexión a mano, y puede que coman todos los días, tengan una casa donde sentirse seguros y una familia que acompaña, empiezan a vivir disgustados por toda pequeña cosa que no sale como quieren. Si la comida no sale a tiempo, si llueve o hace sol, si el bus tarda en llegar, si el hijo no hace lo que se le pide, si el salario no llega, si la pareja no funciona como quiero… todo puede ser una buena justificación para el mal humor o la tristeza.

¿Hay algo por lo que sentirnos agradecidos? Hay comida, hay agua que cae, hay sol que seca las calles y alimenta las plantas, hay un bus, hay hijos y familia… ¿Te suena mejor así? Pues ¿qué haces poniéndole a todo un adjetivo calificativo, una valoración personal que no te deja ver lo bueno que hay?

Recuerda una situación en la que alguien hizo algo bueno por ti. Revive lo que sentiste, revive la sensación de gratitud en ti. Quédate claramente con la sensación y vete borrando de tu mente la situación. Quédate solamente con la emoción, con la gratitud que sientes en tu pecho.  Hazlo y practícalo varios días. Luego, cuando te irritas porque no llega el bus, o porque no te queda bien un trabajo… obsérvate como calificas de malo, algo que es bueno: hay un bus y tienes un trabajo!  Entonces, dentro de ti agradece. Las cosas pocas veces son como a uno le vienen bien. Son como son. Sé agradecido. No alimentes la irritación. Puedes elegir alimentar la gratitud y recuperar la paz. Cuando estés en paz muy posiblemente se te ocurra dar mejores respuestas a las cosas buenas, malas y regulares que suceden cada día! 

Agradece!  Agradecer es salud.

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