¿Cuándo busco mentirme?
Comentario de Isabel Hdez. Negrín, España
No solemos decirnos tan explícitamente que nos mentimos. Algunas veces, sin embargo, nos damos cuenta de que estamos haciendo un poco de teatro para dar buena impresión, para no parecer ignorantes; otras veces lo hacemos para defendernos ante algo que consideramos una agresión o para parecer mejor que otra persona. También me engaño para aliviar una tensión provocada por alguna preocupación. Por ejemplo, cuando me digo “no será tan malo”, “todo va a ir bien”, “la culpa es suya”.
En todas esas ocasiones y algunas más, si prestas atención, encontrarás que uno hace ciertos juegos mentirosillos para salir mejor pasado.
Mentir es algo muy natural que hacen muchos animales, aunque no sean conscientes de ello. Seguro que has visto como se agrandan, o gritan intensamente ante una amenaza o cuando rivalizan por un puesto mejor en el grupo, o usan colores que les confunda con otro animal peligroso o bien se camuflan para no ser vistos. Esa conducta que los hace aparentar mayores o más peligrosos es un engaño. Mienten a los demás. Nosotros podríamos decir que mentimos cuando nos ataviamos de forma especial, o nos maquillamos o peinamos para tener mejor aspecto.
Lo más gracioso es que casi no solemos darnos cuenta de estos movimientos que hacemos. Por eso te propongo que pongas un par de neuronas a captar estas situaciones. Te puedes divertir mucho contigo observándote en estos detalles. Presta atención y relájate contemplando los ardides del auto-engaño.