¿A dónde nos lleva ansiar lo que no somos?
Comentario de Isabel Hdez. Negrín, España
Deja caer en tu interior estas preguntas a continuación. Escúchalas sin prisa, no las respondas mentalmente, no las respondas con palabras. Observa lo que las preguntas despiertan en ti. ¿Estás satisfecho contigo mismo? ¿Hay aspectos de ti que no te gustan? ¿Cuáles? Si algo de ti no te gusta ¿es porque la sociedad dice que eso es inaceptable a causa de alguna moda o tradición social? ¿Es porque tú mismo, y sin tener en cuenta a los demás, consideras que hay aspectos de ti que son inaceptables para ti mismo?
Si alguna respuesta a las preguntas te deja un sabor a que te resistes a algún aspecto de ti mismo, podrías meditar un poco sobre ¿cómo me hace sentir ese rechazo hacia una parte de mí? ¿Realmente hay algo en mí que merezca ser rechazado?
Si has sentido fastidio por algo de ti, te pido que sientas, que revivas un importante sentimiento de cariño que hayas sentido por alguien. Siéntelo y mantenlo vivo e ti. Hazlo ahora y luego sigue leyendo.
Ese cariño, ese afecto incondicional que has sentido, lo vas ahora aplicar a ti. A todas tus facetas, las que te gustan y las que rechazas. No hay nada malo en uno. Hazlo ahora, recupera el afecto que sentiste hace un momento, cierra los ojos y siéntelo por ti. Hazlo ahora y luego sigue leyendo.
Si has tenido alguna dificultad, quiero recordarte que muchos sentimientos negativos que vivimos y que luego proyectamos hacia los demás, tienen origen en la falta de amor incondicional hacia nosotros. Insiste en no rechazar nada de ti, mira de frente lo que no te gusta y rebaja la importancia que le has dado a eso. Si no te quieres a ti mismo, nada ni nadie podrá contentarte. Si te quieres, es decir, si no te juzgas malamente, todos los demás te parecerán, al menos, dignos de tu comprensión.
Recuerda que si no te quieres, no quieres a nadie. Elige quererte y valorarte más.
